En nuestra Academia Luciano Tango Valencia, no sólo enseñamos a hacer pasos, sino a bailar, que es otra cosa… Bailar el tango comprende más elementos que el coreográfico y la técnica corporal propia del baile. También enseñamos la musicalidad al bailar, pero nada de eso puede hacerse propio ni tiene sentido sin comprender a su vez que el tango tiene alma, tiene historia, tiene piel, en la que puedes identificarte y alcanzar el verdadero sentido de bailar tango.
Bailar tango no es sólo una cuestión rítmica, es el abrazo, la compenetración con la música y el otro, es una pequeña catarsis de sentimientos, de amor, de júbilo, de añoranza o de tristeza al compás de esas historias que a veces te identifican, luego de la cual te sentís mejor y más pleno. Si el bailar tango se redujera a unos pasos sin alma, mecánicos, sin el necesario anclaje en la música y en el propio alma de cada bailarín, nunca hubiera llegado hasta donde llegó. Aprender algunas cuestiones de sus historias como la de éste artículo te enseña a conocerlo un poquito mejor y a entender porqué lo sentís tan cercano.
El tango argentino es una manifestación cultural nacida en Buenos Aires en el mágico mestizaje cultural representado por lo que Buenos Aires era hasta 1860 y lo que pasó a ser desde allí luego de las continuas oleadas migratorias desde los distintos países de Europa hacia la Argentina que multiplicaron su población y la diversificaron y enriquecieron.
Buenos Aires, principio del sigo 20
Quizás por ello, todo el mundo se ve reflejado en el tango y lo sienten, y lo bailan. Quizás porque su música tiene algo de la música de todos los que se fueron, y sus historias son las historias que todos hemos tenido, hemos visto, hemos escuchado. De esas idas y vueltas del tango argentino, de ese mestizaje cultural de la inmigración europea y de la argentina, y de esas miles de historias de vida habla el tango, y su sonido que al salir desde el alma se vivencia en cada uno en todo el mundo, es universal y cosmopolita, y éste artículo sólo de una de tantas historias en este caso curiosa, del tango Valencia.
El Tango homenajea el himno a Valencia en la voz de su mejor cantante
Las vueltas que dan las cosas son inimaginables, y entre ellas el conjunto de acontecimientos que desembocan en que el mismísimo ícono inmanente del Tango argentino Carlos Gardel (1890-1935) cantara el mismo pasodoble que suena en las Fallas en Valencia, aunque con otra letra dedicada a una mujer valenciana: el tango Valencia.
La mayoría de quienes leen éste artículo seguramente saben quien es Carlos Gardel, “el morocho del abasto”, “el que cada día canta mejor”, “el bronce que ríe”, “el zorzal Criollo” o simplemente “Carlitos”. Sin embargo, muchas veces he tenido alumnos que no sabían quién es éste personaje mítico del tango argentino y símbolo de la argentinidad por lo que vale aclararlo.
Carlos Gardel fue un cantante argentino de tango, que llegó a tener fama mundial, y a ser conocido y aclamado como una estrella de rock (que no existía aún) en las capitales de Europa, de Latinoamérica y en EEUU, donde hasta protagonizó como actor largometrajes para las grandes cinematográficas. De hecho post mortem, fue reconocido con el “Premio del Salón de la Fama de los Grammy”. Una especie de Maradona o Plácido Domingo del tango que llevó el género del tango canción a su máxima expresión. Por ello, cuando alguien es muy bueno en algo, en Argentina suele decirse “es Gardel”.
Este mítico cantante argentino terminaría cantándole a su Buenos Aires querido, y el pasodoble Valencia. De hecho, Gardel incluyó en su repertorio este Pasodoble, el tango Valencia, que podemos escuchar casi como un himno de las fiestas falleras en Valencia, conservando el título y la música, aunque la letra no es la misma.
El Tango Valencia, la historia de una amistad entre Padilla y Gardel
La historia de la inmigración europea a Argentina y a la inversa, participaron de ésta casualidad. Debido a la gran cantidad de inmigrantes españoles en Argentina, a veces algunos intérpretes españoles iban a cantar a sus compatriotas en Argentina. Y no era inusual que algunos terminaban haciéndose al tango en Buenos Aires y quedándose a vivir allí.
Valencia, alrededor de 1930
En nuestro relato, la historia se relaciona con el compositor español José Padilla, reconocido autor de obras de éxito internacional como La violetera, y a su vez autor del pasodoble Valencia en 1925. Padilla de visita en Buenos Aires entabló amistad con Carlos Gardel, tiempo más adelante se encontrarían en Francia donde vivió Padilla. Su mutua simpatía hizo que Carlos Gardel grabara dos temas de José Padilla, uno era “El taita del arrabal”, y el otro el pasodoble que oímos sonar en Valencia en las Fallas.
Ese mismo que te suena en la cabeza ahora, pero la letra es otra, dedicada a una mujer, ya que Gardel le hizo poner otros versos en 1926 a cargo del poeta almeriense Roberto Lino Cayol. Ahí les pasamos esta grabación del tango Valencia.